ARQUITECTURA SOSTENIBLE


UN NUEVO COMIENZO EN EL PERÚ

Perú: Casi todos los climas del mundo… en un solo país

Hablar de arquitectura y sostenibilidad en el Perú es algo extraordinario y complejo. Somos una de las once naciones mega-diversas del mundo y tenemos 28 de los 32 climas que hay en el planeta. Tomemos un tiempo para reconocer los principales factores que hacen de nuestro país un territorio único que resume casi todos los ecosistemas del mundo.

El Perú es un país tropical, tenemos un sol vertical y por lo tanto muy intenso. Pero los factores que más influyen en que tengamos prácticamente todo los climas del mundo, es que a diferencia de los demás países tropicales la presencia de la cordillera permite una gran cantidad de pisos altitudinales, mientras a más altitud estemos hará más frio. Es así como podemos tener climas tan fríos en el trópico. Un frío muy particular, que yo denomino “frio cálido” porque durante el día a pesar de la altura, la temperatura es confortable debido al intenso sol, en contraste con la noche en que la temperatura desciende dramáticamente. Esto nos otorga una importante ventaja a la hora de climatizar las viviendas en la sierra ya que contamos con calor durante el día, en contraste con otros climas fríos donde la temperatura es baja durante el día y la noche.

Los vientos Alisios que vienen del Este cargados de humedad tras haber atravesado el Océano Atlántico, impactan en el lado Este de la Cordillera de los Andes provocando gran humedad e intensas lluvias, dando origen a la selva peruana. Este aire al subir se enfría depositando hielo en los nevados, constituyendo las reservas de agua del país: todos los ríos y lagos de la sierra nacen de estos glaciales que se derriten en verano. Cuando esta corriente de aire logra pasar al lado Oeste se convierte en un aire seco que erosiona el suelo y da forma a los desiertos de la costa.

Nuestra franja costera desértica se beneficia con la cercanía del mar que la cubre con una brisa húmeda, conformando uno de los pocos “desiertos húmedos” del mundo. Lo que permite que muchas especies sobrevivan a pesar de la falta de lluvia. De lo contrario sería un desierto tan árido como el Sahara. La mayor parte de nuestro mar tropical está invadido por una corriente de agua fría que viene directamente del polo sur, recordemos que las aguas frías albergan mucho mas biodiversidad que las cálidas. Dándonos el lujo de tener corrientes marítimas en la costa calientes que vienen del Ecuador y frías del Polo sur.

El calentamiento global afectará a los países tropicales con tormentas cada vez más intensas, desertificación del suelo por evaporación, y aumento en el nivel del agua, todo lo cual compromete con mayor intensidad la viabilidad de nuestro país por el derretimiento de los nevados. Es por ello y teniendo en cuenta nuestra mega diversidad, el Perú debería ser un laboratorio de arquitectura sostenible y un país dedicado al desarrollo de energías renovables.


Si es tan fácil entender porque una pecera necesita vegetación. ¿Por qué no entendemos la importancia de los arboles en nuestro propio ecosistema artificial: las ciudades?


La arquitectura remplaza un ecosistema natural por otro artificial (creado por el hombre). Un ecosistema urbano que no está libre de las mismas leyes biológicas que el natural: genera un impacto, requiere de energía, condiciona la calidad de vida de sus habitantes y produce desperdicios, aunque esto último solo se produce en las ciudades puesto que en la naturaleza no existe el concepto de basura. El sector de la construcción para generar este ecosistema urbano-artificial demanda la mitad de la extracción de todos los recursos naturales del planeta, y en un país que basa su economía en actividades extractivas no renovables, este es un asunto de vital importancia.

Al decidir tener una pecera sabemos que debemos brindarle a los peces un ecosistema apropiado, con agua a la temperatura adecuada, algas que produzcan oxigeno, y especies que se encarguen de los desperdicios. Es decir, creamos un ecosistema artificial para el bien de los peces. Tomando en cuenta este ejemplo, pensemos en la arquitectura como un generador del ecosistema urbano para el ser humano. Adoptándolo casi como un ente biológico que enriquece el medio en el que se encuentra ó lo destruye. Por ello, es necesario aprender de la naturaleza.

La naturaleza está conformada por Organismos Autrófos, Productores que producen su propio alimento absorbiendo energía del sol (las plantas, por ejemplo), y los Organismos Heterotrófos, consumidores que se alimentan de los productores y otros consumidores para obtener alimento y energía (los seres humanos somos organismos Heterotrófos). Podríamos hacer un paralelo con la arquitectura que da forma a las ciudades y se comporta de la misma manera. Cuando las casas que forman la ciudad, solo Consumen, esto demanda energía y contamina el ecosistema produciendo pobreza. Cuando cada uno de los edificios que forman la ciudad Producen su propia energía, se está construyendo ciudades que regeneren el ecosistema que la arquitectura ha sustraído.

Nuestro objetivo como arquitectos es pues diseñar edificios que pasen de ser consumidores (situación actual) a edificios productores, es decir, que generen su propia energía, formen identidad, utilicen el viento, el sol, el agua. Así, las ciudades no dependerán de una gran cantidad de energía artificial, serán más democráticas, menos desiguales. Lugares donde vivir sin la presión cotidiana del tráfico caótico, la contaminación, carencia de áreas públicas, y servicios básicos, entre otros. Las ciudades que solo consumen, producen pobreza. Hagamos arquitectura sostenible.

¿Escogemos adecuadamente?

¿Cómo es que las peculiaridades, forma o estética de un edificio, terminan convirtiéndose en el modelo a seguir de una ciudad contemporánea? Analicemos desde una óptica evolutiva cómo las peculiaridades de un individuo terminan convirtiéndose en las características que ayudan a su propia sobrevivencia. Cuando la hembra del pavo real escoge a un macho lo hace porque le llama la atención el colorido de sus plumas. Mientras más coloridas sean el macho tendrá mayores posibilidades de aparearse. La naturaleza ha determinado que los genes de las plumas coloridas estén ligados pleiotropicamente a los genes de la salud, es decir, estos genes están ligados aunque de manera no obvia. La hembra de manera inconsciente con esta selección posibilita que su descendencia sea cada vez más fuerte. En resumen podríamos afirmar, en el pavorreal que las plumas más coloridas equivalen a un macho más saludable.

La arquitectura como es lógico no evoluciona de la misma manera, pero es importante comprender que estamos evolutivamente predispuestos a aceptar que lo que nos parece hermoso producirá bienestar. El peligro radica en que la belleza o modernidad de un edifico no está unida al confort, salud ó protección del medio ambiente. Sin embargo, cuando un edificio se vuelve icónico porque está de moda ó porque nos parece hermoso o moderno, tendemos a replicar estas características sin reflexionar en los demás edificios de la ciudad.

Pero volvamos al ejemplo de la pecera. ¿Cuál sería el impacto que tendría en un pescadito tropical ser introducido en un recipiente de aguas frías? Obviamente moriría. Volvamos a la arquitectura. ¿Cuál sería el impacto que tendría en una región tropical (donde se busca perder calor), construir una ciudad copiando un modelo arquitectónico de un clima frio? La respuesta es que para perder ese calor ganado innecesariamente, es necesario el uso de energías artificiales como tener las luces prendidas durante el día, instalaciones costosas, aire acondicionado, etc. Esta ciudad se vuelve insostenible y excluyente, porque solo un grupo reducido puede acceder al confort.
FUENTE: Arq. César Moncloa

Unknown AHS Inmobiliaria

No hay comentarios.:

Publicar un comentario